CARLOS
SALINAS y “SKULL AND BONES”
Bin Laden – Bush
Guerras por Drogas y Petróleo – La Cuestión Israel
José Alberto Villasana – 24/11/2002
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No
es posible entender la guerra de Estados Unidos si no se conocen los vínculos
del dueto Bush-Cheney en el colosal imperio del petróleo y del narcotráfico
internacional, como tampoco se entendería sin la perspectiva del ‘designio sionista’.
Narcodólares
para las campañas.
En junio del 2000, James Langdon, procurador en
Washington de la compañía petrolera rusa Tyumen relacionada con el contrabando
de heroína y beneficiaria de los créditos estadounidenses que sirvieron para
pagar contratos a la empresa Brown and Root, realizó una recaudación de 2.2
millones de dólares a favor del candidato presidencial George W. Bush.
En
realidad era inversión que venía de regreso. Un informe del Center for Public
Integrity (CPI), de agosto del 2000, revela cuán decisiva fue la intervención
de la transnacional de excavación y tecnología petrolera Halliburton, matriz de
Brown and Root, bajo la presidencia de Dick Cheney entre 1995 y el 2000.
Brown
and Root, dedicada a la construcción de pozos petroleros,
puertos, gaseoductos, carreteras, centrales nucleares, plataformas y
estructuras relacionadas con la guerra, es la filial más poderosa de
Halliburton, donde Cheney es el socio privado mayoritario con 45.5 millones
de dólares. Durante la gestión de Cheney, los donativos de Halliburton
para las campañas de candidatos republicanos se duplicó en varios millones de
dólares.
El
informe del CPI dio a conocer que el Export-Import Bank (EXIM) y la Overseas
Private Investment Corporation (OPIC), instituciones que, según el investigador
Ralph McGehee, están fuertemente infiltradas por la CIA, extendieron a The Alfa
Group of Companies créditos que incluían 292 millones de dólares para pagar a
Brown and Root contratos por la restauración de yacimientos petroleros
pertenecientes a la Russian Tyumen Oil Company.
Los
más altos ejecutivos del Alfa Group, Mikhail Fridman y Pyotr Aven, estaban
implicados en el tráfico de drogas desde el sureste asiático hacia Europa vía
Rusia. Fueron los mismos Fridman y Aven quienes solicitaron
a EXIM y OPIC los créditos que se lograron gracias al cabildeo de Halliburton.
Después
de ilustrar cómo el Alfa Group se adueñó de los yacimientos petroleros mediante
fraude, la historia del CPI, basada en informes del FSB (equivalente ruso del
FBI), compañías petroleras como BP-Amoco, ex agentes de la CIA y de la KGB
establecieron un sólido vínculo entre Alfa-Tyumen y la transportación
internacional de heroína.
Para
lavar el dinero, los funcionarios del Alfa Bank recibían transferencias
provenientes de la cocaína colombiana y luego compraban acciones de diversas
compañías rusas.
·
Las rutas de la droga
El
mismo esquema operó bajo Nixon, en los años setenta, con la droga proveniente del
sureste asiático. La recomposición geoestratégica en Vietnam facilitó que la
heroína pudiera ir directo de Haiphong a Europa con mediación de los carteles
rusos asentados en Chechenia y Azerbajan. En toda esa zona operó Brown and
Root.
Por
ello, cuando la caída del Muro facilitó la asociación entre las mafias
financieras de Washington y Moscú, abriendo la posibilidad de eliminar los
obstáculos en los Balcanes y en las ex repúblicas soviéticas, el presidente
Bush envió a Richard Armitage para ver cómo asistir a la Unión Soviética en su
“desarrollo económico”.
La
dificultad para una ruta más directa de la droga entre Afganistán y Pakistán
hacia Europa a través de Turquía y de allí a los Balcanes, era el cohesivo
gobierno en Yugoslavia, el cual controlaba el 70% del tráfico de la heroína.
Esto obligaba a tener que rodear China y pactar con la India, para poder
transportar la heroína proveniente del Triángulo Dorado (Birmania, Laos y
Tailandia).
¿Cómo
solucionaron Cheney y Bush padre este inconveniente? Siendo Secretario de
Defensa y encargado de la operación Tormenta del Desierto, Cheney también apoyó
operaciones encubiertas con rebeldes kurdos en el norte de Irán. La principal
fuente de ingreso de los kurdos era el contrabando de heroína afgana y
pakistaní a través de Irán, Iraq y Turquía.
En
marzo de 1991, Sadam Hussein obligó a miles de kurdos a huir a la frontera de
Turquía y de allí las fuerzas de seguridad turcas, entrenadas en gran parte por
Vinnell Corporation (socia de Brown and Root que constituye una de las tres
principales compañías privadas en entrenamiento internacional de mercenarios
junto con MPRI y Dyn Corp), condujeron a miles de kurdos a una muerte
segura. Esa frontera constituía el principal paso de la heroína con destino a
Europa.
El
segundo paso fue la intervención militar en los Balcanes donde, nuevamente, la
Brown and Root se benefició con millones de dólares brindando apoyo logístico a
las tropas americanas.
Las
actividades de Brown and Root continuaron en Kosovo, Macedonia y Bosnia. Las
operaciones encubiertas eran financiadas con las ganancias de la droga
proveniente de la Golden Crescent.
La
heroína sirvió para financiar y equipar tanto al Ejército Musulmán Bosnio como
al Ejército de Liberación de Kosovo. Incluso se sabe que mercenarios mujaidines
lucharon en las filas de los terroristas del KLA en sus asaltos a Macedonia.
En
su libro “The Bush-Cheney Drug Empire”,
el investigador Michael Ruppert ha ilustrado cómo el grupo Bush, con apoyo de
la CIA y de Brown and Root, paulatinamente ha logrado controlar y establecer un
enlace entre las regiones donde se produce la droga y las regiones donde se
vende la droga.
También
ha denunciado que “en cualquier lugar del
mundo donde hay petróleo, allí está Brown and Root, y en cualquier lugar del
mundo donde hay insurrección, allí también está Brown and Root”.
·
La guerra actual
El grupo Bush tiene especial interés en derrocar al régimen talibán. Sólo así
podrá llevar a cabo la construcción del oleoducto y del gaseoducto que habrán
de llevar los energéticos desde Turkmenistán hasta Pakistán y el Mar Arábigo
pasando por Afganistán.
Los yacimientos son considerados de los más grandes del mundo, con cerca de
300 billones de pies cúbicos de gas, 80 mil millones de barriles de petróleo y
73 millones de toneladas de carbón.
Estados
Unidos calculó la obra de los gaseoductos en dos mil millones de dólares, pero
el gobierno afgano licitó internacionalmente el proyecto y lo ganó la “Empresa
Estatal de Petróleo y Gas de Argentina”, que estimó los trabajos en mil 400
millones de dólares. A esto siguieron las amenazas y finalmente las bombas.
Otro
factor que precipitó la guerra de Bush fue la inaplazable necesidad de reactivar
la recesiva economía norteamericana. Su déficit en cuenta corriente, estimado
en 600 billones de dólares, se había vuelto insostenible y los capitales
extranjeros empezaban a sacar sus inversiones de Nueva York.
Según Fred Bersgein, del Instituto Internacional de Finanzas, para evitar
la inminente devaluación del dólar, los Estados Unidos requerían de una urgente
sangría de 20 millones de dólares al día, ‘y eso sólo se logra con una guerra’.
·
La asociación Bin Laden-Bush
Los
negocios entre los Bush y los Bin Laden datan de 1976, cuando el padre de Osama
compró el 5% de las acciones de la empresa Arbusto Energy, empresa petrolera de
la familia Bush. Dos años después, James Bath, agente de la CIA, consiguió para
George Bush inversiones por parte de Salem Bin Laden y Khalid Bin Mahfouz.
En 1979, como director de la CIA, Bush lanzó la más grande operación
encubierta en la historia de los Estados Unidos. A
través de los Inter Servicios de Inteligencia (ISI) pakistaní, el gobierno
norteamericano apoyó a Bin Laden con el objetivo de que la jihad se convirtiera
en una guerra global de los estados musulmanes contra la Unión Soviética.
El
dinero se obtuvo con el comercio de la droga de la Golden Crescent. En su libro
“La complicidad de la CIA en el comercio
de las drogas” Alfred McCoy revela que en los años de la operación de la
CIA “las tierras fronterizas entre Afganistán y Pakistán se volvieron el
productor número uno de opio en el mundo, proveyendo el 60% de la demanda
estadounidense”.
Cabe
mencionar que también a través de la ISI, la CIA adiestró a los principales
líderes rebeldes chechenos en campamentos de entrenamiento acondicionados en
Afganistán y Pakistán.
La
guerra chechena se planeó durante una cumbre secreta del Hizbullah Internacional
que se llevó a cabo en Mogadiscio, en 1996. A esta reunión asistieron Osama Bin
Laden y altos oficiales de la inteligencia iraní y paquistaní. El principal
oleoducto ruso pasa por Chechenia y Daguestán, y los beneficiados de la guerra
chechena fueron los conglomerados petroleros anglosajones que luchan por el
control de los hidrocarburos que salen de la cuenca del Mar Caspio.
El
adinerado clan saudita de los Bin Laden es uno de los grupos inversionistas en
el Carlyle Group, el banco que Washington usa para la adquisición de
compañías aerospaciales y de defensa.
El
Carlyle Group, que también administra las inversiones de los Bin Laden, tiene
como representantes internacionales a George Bush padre y al ex primer ministro
británico John Major. “Si hay alguna
compañía conectada con Estados Unidos y su presencia en Arabia Saudita, es el
Bin Laden Group” afirma Charles Freeman, director general del Consejo de
Política de Medio Oriente.
La
familia Bin Laden invirtió 2 millones de dólares, en 1995, por medio de una
firma de inversión de Londres en el Carlyle Partners II Fund, el cual recaudó
un total de mil 300 millones de dólares. Por retorno de inversión, los Bin
Laden han obtenido hasta ahora un millón 300 mil dólares, faltándole todavía un
40% anualizado. Bush padre sostuvo una reunión de trabajo con la familia Bin
Laden en noviembre de 1998, y una segunda reunión en enero del 2000. Baker
visitó a la familia Bin Laden en 1998 y en 1999. En la segunda oportunidad,
viajó en el avión privado de la familia Bin Laden.
Quien
heredó los negocios texanos con los Bush fue Salem Bin Laden, mayor de los
hermanos, quien murió en 1988, en San Antonio, Texas, en un inexplicable
accidente aéreo aparentemente relacionado con el escándalo Irán-Contra.
Los
negocios comunes no eran sólo económicos.
En 1980, los republicanos habían sostenido una reunión secreta, en París, con
los líderes jomeinistas, para negociar el retraso de la liberación de los 52
rehenes norteamericanos en Teherán y así perjudicar a Jimmy Cárter en las
elecciones. George Bush padre llegó a esa reunión a bordo del avión privado de
Salem Bin Laden, el mismo avión en el que Salem moriría.
Otro
de los protagonistas del encuentro secreto de París, Amiram Nir, agente del
Mossad (servicios de inteligencia israelíes), también murió en un atentado
aéreo, sobre Michoacán, en noviembre de 1988. Tenía que declarar en el proceso
Irán-Contra pero su avión fue derribado sobre territorio mexicano con mísiles
de un helicóptero perteneciente a Gene Tatum, agente encubierto de la CIA.
En el escándalo Irán-Contra, Dick Cheney encubrió la intromisión de la CIA
para derribar a los sandinistas en Nicaragua y enviar armas a Irán con las
ganancias de cocaína colombiana que la misma CIA vendía por las calles de los
Estados Unidos a través de las mafias.
En
este caso fueron procesados altos funcionarios del Departamento de Estado y de
la Defensa: Eliot Abrams, subsecretario de Estado para América, Oliver North,
John Pointdexter, el secretario Caspar Weinenberger y el asesor Robert
McFarlane, entre otros. El director de la CIA, William Casey, murió días antes
del interrogatorio.
Con
todo y las condenas, apenas un año después de la sentencia, Bush padre concedió
a los ex funcionarios el indulto presidencial.
·
Especuladores financieros sabían de los atentados
Seis
días antes de que fueran atacados el World Trade Center y el Pentágono, se
llevaron a cabo movimientos financieros que constituyen un uso delictivo de
información restringida. Las acciones de la United Airlines se desplomaron 42%,
y las de American Airlines sufrieron una caída del 39%.
Operaciones
semejantes se registraron con las opciones de venta de Morgan Stanley Dean Witter
& Co., que se multiplicaron por doce durante la semana previa a los
atentados. Igualmente sucedió con las opciones de venta de las acciones de
Merrill Lynch & Co., que se multiplicaron por 25, y con las acciones de las
compañías de seguros Munich Re, Swiss Re y Axa. Quienes realizaron estos
movimientos lograron ganancias de centenares de millones de dólares. La
Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO) informó el 15 de
octubre del 2001 que, de acuerdo a sus investigaciones, esos rendimientos
representan “el más importante delito por aprovechamiento ilícito de
información privilegiada jamás cometido”.
La
IOSCO determinó que la mayor parte de esas transacciones fueron a dar al
Deutsche Bank y a su sucursal estadounidense de inversiones Alex Brown,
mediante el procedimiento de portage, el cual asegura el anonimato de quienes
realizan las transacciones.
La Alex Brown fue dirigida por A. B. Krongard, ex capitán de los Marines
que hoy ocupa el puesto numero tres de la CIA.
Teniendo
en cuenta que fue una orden del presidente Bush rastrear las maniobras
bursátiles como una medida para llegar hasta los criminales, era de suponer que
la Alex Brown iba a colaborar sin reticencia alguna. Pero no fue así. La matriz
Deutsche Bank y las otras instituciones implicadas invocaron el derecho al
anonimato y las investigaciones quedaron bloqueadas.
A juicio de Thierry Meyssan, esto se debe a que muy probablemente George Bush padre es uno de los principales
beneficiarios de los atentados. El hecho es que el FBI pidió a sus
agentes abandonar las investigaciones sobre los movimientos financieros.
· La
conexión mexicana
El
millonario saudita Khalid Bin Mahfouz fue procesado en el caso del Bank of Credit and Commerce International
(BCCI). El banco, fundado en 1972 por el pakistaní Agha Hasan Abedi,
se había convertido en el banco preferido de la CIA, de los cárteles mundiales
de la droga, de traficantes de armas y de organizaciones terroristas.
Desde
inicios de los ochentas, los agentes bancarios del BCCI hicieron sociedad con
las cúpulas políticas del gobierno estadounidense. Entre otras cosas, el banco
manejó millones de dólares en armas para apoyar al terrorista palestino Abu
Nidal. También recicló transacciones del general panameño Manuel Noriega y lavó
dinero del tráfico de heroína afgana y de cocaína del Cártel de Cali. Con ello,
la CIA pudo financiar a la Contra nicaragüense y a los mujaidines
antisoviéticos sin pasar por el control del Congreso.
Khalid
Bin Mahfouz, cuya fortuna asciende a 2,800 millones de dólares, tuvo como
referente en el mundo financiero estadounidense a Jack
Stephens, miembro del “Club de los 100″ que contribuyeron a la elección de Bush
padre con 100,000 dólares cada uno. Su padre fue fundador del banco saudita National
Comercial Bank, el cual creó diversas empresas en sociedad con la Sico,
institución suiza perteneciente al Bin Laden Group.
· EL
GRUPO SALINAS.
Según
las denuncias presentadas ante la Corte de Nueva York, a finales de los
ochenta encontramos a Khalid Bin Mahfouz en el sureste
mexicano, ayudando a Cabal Peniche a financiar la compra de diversas empresas
bananeras que sirvieron al ‘grupo Salinas’ para transportar cocaína colombiana
hacia los Estados Unidos. Transferencias
irregulares se hicieron a favor de Green Pacific, Platanera San Carlos,
Fundación Unión Caribe, Promo-Sea y Hill Petroleum Company, entre otras.
A juicio del fiscal suizo Paul Perraudin, varias de las transacciones
bancarias de Cabal Peniche encubrían relaciones de los Salinas y del
narcotraficante Juan García Ábrego, y se cabalizaban a la Fundación Unión
Caribe y a otras offshore, vía el Citibank de Nueva York.
En
1991, el fiscal Robert Morghenthau investigó a Carlos Cabal Peniche acusado de
fraude civil en los Estados Unidos por un monto de 74 millones de dólares en
perjuicio de la Eastbrook Investments, el banco de inversión del BCCI, a través
de un esquema en que aparecía como fuente financiadora la Eastbrook Inc., fraude en el que también estuvo implicado Federico De la
Madrid Cordero, hijo del ex presidente Miguel De la Madrid.
El
juez condenó a Khalid Bin Mahfouz por el colosal fraude del BCCI, pero pudo
librar la cárcel gracias a una fianza de 225 millones de dólares,
históricamente la más grande que ha existido. Quien
realizó esa maniobra legal fue Stephen Kaufman, abogado que también representa
a Carlos Cabal Peniche.
La policía suiza documentó e interrogó a varios testigos que revelaron cómo
la campaña de Carlos Salinas de Gortari para llegar a la Presidencia recibió
financiamiento por al menos 17.9 millones de dólares de los narcotraficantes.
George Bush padre inició la relación de su familia con políticos y
empresarios mexicanos en la década de los sesenta, cuando su compañía petrolera
Zapata Offshore Oil Company se asoció con una compañía petrolera de la región
fronteriza, llamada Perforaciones Marinas del Golfo (Permargo), perteneciente a
Jorge Díaz Serrano.
En 1988, el periódico financiero Barron’s reportó que los dos Jorges, Bush
y Díaz Serrano, usaron prestanombres para ocultarle al gobierno mexicano la
inversión de Bush en Permargo, para así evitar las leyes mexicanas de
participación extranjera. Borron’s también acusó a la Securities and
Echange Commission de destruir documentos relacionados con ese negocio una vez
que Bush llegó a la Vicepresidencia de los Estados Unidos, en 1981. Fue en
esa época cuando Bush padre conoció también a Raúl Salinas Lozano, padre de los
Salinas.
·
EL ENLACE ENTRE LOS BUSH Y “LOS SALINAS”
Según
logró determinar la investigadora Julie Reynolds, el enlace texano entre los
Salinas y los Bush eran Ernesto Ancira Jr., copresidente del Consejo “Adelante
con Bush”, miembro del Consejo de Administración del fraccionamiento Dominion;
Alonso
Ancira Elisondo, director de Altos Hornos de México, acusado de fraude con las
empresas Fertimex y Carbón II; Gary Jacobs, presidente del ‘Laredo National Bank, propiedad
de los Hank’, multado por haber violado leyes financieras de
campaña;
Roy Barrera Jr., líder del Partido Republicano en San Antonio y abogado,
con su padre, de los principales criminales de los cárteles mexicanos;
Rogelio
Montemayor, acusado de haber invertido ilegalmente en una compañía de
fertilizantes de Ancira;
Guillermo
Ávila, encargado de lavar dinero para el Cártel de Juárez;
Juan
Chapa Garza, colaborador en el lavado de dinero de la cocaína de los cárteles
de Juárez y del Golfo;
Manuel Pacheco, implicado en lavado de dinero; Gus García,
investigado por tráfico de cocaína y lavado de dinero, operador de la
franquicia francesa Brita y dueño de alrededor de cien millones de dólares en
bienes raíces, en San Antonio, junto con su socio Anuar
Name, empresario libanés-mexicano que ayudó a financiar la campaña de Carlos
Salinas;
Adnan Kasshoghi, egipcio, traficante
internacional de armas involucrado en el escándalo Irán-Contra, amigo de Raúl
Salinas, de Bin Laden padre, del finado Hank González y del ex jefe de la CIA,
William Casey;
Joseph
Audi, del Lebanese Bank Audi, institución involucrada en tráfico de armas y
lavado de dinero con sucursales en Beirut, París, Luxemburgo, Nueva York y
Ginebra (de donde salió el pago de 599,985 dólares a
la cuenta de Manuel Muñoz Rocha para llevar a cabo el homicidio de José
Francisco Ruiz Massieu);
Enrique
Fuentes León, abogado del Cártel de Juárez y preso por el caso de Nelly
Campobello
y, finalmente, Patricia Herrera, a quien Roberto Madrazo, Diódoro
Carrasco y Rubén Figueroa asignaron presupuesto nombrándola en Houston
directora de una Casa de Representación para los negocios de Tabasco, Oaxaca y
Guerrero.
La protección del grupo Salinas a Enrique
Fuentes León quedó documentada en dos expedientes judiciales
radicados en la Corte Federal de San Antonio, Texas, bajo los números
SA94-CR516M y SA94-CR377, en los cuales se detalla lo ocurrido cuando
arrestaron al fugitivo Fuentes León, en San
Antonio, el 19 de octubre de 1994, quedando al
descubierto que éste se encontraba acompañado del prófugo más buscado de
México, Manuel Muñoz Rocha, colaborador de Raúl Salinas en la
planeación del homicidio de José Francisco Ruiz Massieu.
El
cónsul general de San Antonio, Humberto Hernández Haddad, avisó al canciller
Gurría y al procurador Lozano Gracia que el diputado
Muñoz Rocha estaba vivo, y que los agentes
del Departamento de Justicia lo tenían sitiado en el hotel Sheraton Fiesta en
espera de que México enviara la orden de aprehensión.
En
su lugar, el cónsul recibió amenazas de muerte y la indicación de no meterse en
el asunto. La policía estadounidense entendió que la falta de
respuesta por parte de México era ya la respuesta.
En 1996, Jorge Castañeda Gutman telefoneó al ex cónsul para decirle que Carlos
Salomón Cámara, vocero de prensa de Ernesto Zedillo, le había asegurado
que la orden al más alto nivel había sido la de matarlo.
Es
interesante constatar que a la vuelta del tiempo, muchos de los que formaron
parte del “Espíritu de Houston” o hicieron de puente entre las familias Bush y
Salinas, están hoy día presos, desaparecidos, o bajo proceso por
narcotráfico, lavado de dinero, asesinato, desvío de recursos públicos y
asociación delictuosa.
·
Una inaceptable ironía
Desde
la guerra fría hasta hoy, Washington ha apoyado a Osama Bin Laden y ahora
George Bush pone a su socio en la “lista de los más buscados”.
Mientras
Bush culpa a la jihad islámica por los atentados y la califica de “amenaza
contra los Estados Unidos”, esas mismas organizaciones constituyen un elemento
central de las operaciones de inteligencia y militares estadounidenses en el
sureste asiático, en los Balcanes y en las repúblicas de la ex Unión Soviética,
incluso repitiendo la estrategia de permitir que el enemigo ataque para
justificar una intervención injusta.
En
este sentido, el atentado contra las Torres Gemelas y el Pentágono vendría a
ser el tercer gran crimen del gobierno estadounidense contra el pueblo
norteamericano, después del auto-hundimiento del Maine y del provocado
bombardeo en Pearl Harbor.
Es sencillo. Se crea indignación, se insiste
en la naturaleza perversa del enemigo escogido, se arrastra al pueblo paranoico
a la guerra, y se justifica cualquier acción en nombre del bien supremo.
¿Porque habrían de cambiar la estrategia si les ha funcionado siempre?
Desde
1995 existen denuncias en el sentido de que la Federal Emergency Management
Agency (FEMA) acondicionaba campos de concentración y perfilaba leyes contra
las garantías individuales, previendo que muchos norteamericanos protestarían
contra su gobierno por la injustificada guerra global que provocaría.
Es
decir que algunos preparaban desde hace años lo que se presentó a la opinión
pública como espontáneo.
·
LAS SECTAS QUE MANIPULAN PARA CREAR EL
GOBIERNO MUNDIAL CON EL ‘NUEVO ORDEN MUNDIAL’
Por
otro lado, no hay que perder de vista que este, igual que los otros conflictos
regionales provocados, es un paso previo para lograr lo que George Bush
padre reveló en la guerra del Golfo: un ‘Nuevo
Orden Mundial bajo un Gobierno Mundial’.
Este es el propósito largamente acariciado y programadamente ejecutado por
las escuelas de pensamiento y por los grupos ocultos de
poder a los que pertenecen los Bush y sus cómplices en el gobierno: la ‘Gran Logia
de los Iluminados’, su cara visible el Council on Foreign Relations (CFR) y la
Orden secreta ‘Skull and Bones’, entre otras.
En 1880, el fundador del Supremo Rito de la Francmasonería, Albert Pike,
declaró que “una gran conflagración final, amplificada por la crisis entre el
Islam y el Judaísmo, será necesaria para establecer definitivamente el Nuevo
Orden Mundial”.
En este sentido, podrían tener razón quienes, además
del motivo del dólar, la droga y el petróleo, denuncian que en los atentados
del 11 de septiembre tuvo que ver el Mossad.
·
EL PRIORATO DE SIÓN Y SU MOVIMIENTO
Bajo la perspectiva religiosa, el gobierno de los Estados Unidos sería
rehén del sionismo radical, cuyo objetivo último es expulsar de Jerusalén a los
palestinos para poder construir allí el tercer Templo judío, ‘símbolo mesiánico
de su mundial dominio’.
Pocos
saben que los enfrentamientos entre judíos y palestinos reiniciaron a raíz de
que, el 28 de julio del 2001, grupos fundamentalistas colocaron la primera
piedra del tercer Templo judío, con la provocadora presencia de Ariel Sharon en
la explanada de las mezquitas.
Es
de capital importancia buscar la verdad con todos los medios a nuestro alcance,
y luego poder vencer el terrorismo y el odio con el espíritu y las ideas.
De
no ser así, la administración Bush, con el apoyo de sus aliados en la OTAN, nos
embarcará a toda la humanidad en una guerra cuyo beneficio final, para unos
cuantos grupos y familias criminales, será el control de las drogas, del
petróleo y de un dólar rescatado a costa de miles de vidas humanas.